Ambra Pirker (Promoción 2017, Costa Rica) estaba en segundo año de carrera en EARTH cuando probó por primera vez la kombucha, una bebida milenaria, 100% natural, que tiene como base azúcar, té negro y cultivos de kombucha. Su fermentación transforma el té o la infusión en una bebida con una variada gama de vitaminas, enzimas, minerales y ácidos orgánicos esenciales. Ambra encontró una cantidad infinita de beneficios en el consumo diario: su digestión había mejorado, se sentía con energía y su sistema inmunológico se había fortalecido. La kombucha se convirtió en un producto que ella anhelaba compartir con otras personas. Y así lo hizo: comenzó a preparar el fermento en el Campus Guácimo y lo compartió con sus compañeros y compañeras.
También lo compartió con Samuel Hansen (Promoción 2014, Estados Unidos) y con su madre, Nathalie Grosmaire, con quienes en el 2018 le darían forma a Pacífica Kombucha, una empresa que se ha destacado por la elaboración de productos de alta calidad, creados con materia prima obtenida de fincas integradas, familiares y sostenibles. Poco a poco, comenzaron a posicionar la bebida en el mercado costarricense y comenzaron a vender sus kombuchas en la Feria Verde de Aranjuez, un espacio en la que productores que practican la agricultura orgánica y la elaboración de productos amigables con el medio ambiente, pueden comercializar sus productos y conectar con los consumidores.
Como agrónomos graduados de EARTH, estamos muy enfocados en nuestros insumos, en la forma en que fueron producidos. Nos interesa la agricultura sostenible, orgánica y familiar. Con la ayuda de la Feria Verde, hemos logrado conectar con productores que están en esa misma línea, produciendo de forma sostenible y consciente. El té, que es la base de nuestra kombucha, lo importamos de Bangladesh. La empresa, Teatulia, lo produce utilizando sistemas agroforestales y la agricultura regenerativa; y generando modelos de desarrollo económico para las mujeres que trabajan con la empresa. Es una labor muy hermosa y por eso escogimos comprar su té. Nosotros también producimos una parte de la materia prima, como el zacate de limón y la cúrcuma”, cuenta Ambra.
Además, en Pacífica Kombucha se reutilizan todos los envases (botellas de vidrio) a través de un proceso de lavado y desinfección complejo y de alto costo, pero que consideran sumamente necesario debido a los valores y la visión sostenible de la empresa. Asimismo, Samuel y Ambra preparan compostaje con todos los residuos orgánicos de su operación y evaden el uso de residuos sólidos hasta donde sea posible.
El equipo detrás del negocio ha tenido la oportunidad de explorar la creatividad a través de la experimentación para crear sabores únicos de kombucha, como cas cardomomo, café cacao y maracuyá jengibre. Entre los tres, han inventado y comercializado más de 200 sabores, siempre utilizando productos de temporada junto a raíces, hierbas y flores.
“Haber estudiado en EARTH nos dio los conocimientos y las herramientas para comenzar una empresa. Cada curso del plan de estudios tiene una repercusión positiva con el pasar del tiempo. Por ejemplo, el curso de Empresa y el curso de Procesamiento de Alimentos fueron un pilar, porque fue ahí donde todo el concepto de Pacífica Kombucha comenzó a tomar forma”, agrega Ambra.
Te invitamos a conocer más sobre la empresa en sus cuentas de Instagram y Facebook y si estás en Costa Rica, te invitamos a probar sus maravillosos productos.